martes, 3 de mayo de 2016

ÚLTIMO MES DE CLASES EN LA UNIVERSIDAD: TRES RETOS



Hemos iniciado el último mes de clases de grado en nuestra Universidad. Después de mayo quedarán aún clases de máster y la fase final de los trabajos de fin de grado y de fin de máster (tutorización y tribunales). En lo que respecta a mis tareas actuales, también restará cerrar la primera fase del proceso de adjudicación de centros de prácticas a unos 300 estudiantes. En junio también tendremos muchos trabajos que corregir. Pero las clases de grado terminarán con el presente mes.

Por un lado se agradece ver este final porque, no nos engañemos, con la edad cada vez me canso más. Pero, por otro lado, aparece la preocupación de que haría falta más tiempo para cubrir las expectativas docentes respecto del aprendizaje en una asignatura. Ya no se trata sólo de que puedas tener la sensación de que algunos contenidos no podrás abordarlos con un mínimo de profundidad, sino que te das cuenta de que a muchos estudiantes algunas cosas no les acaban de quedar claras. Estos días las tutorías, en mi despacho, son abundantes.

Estas sensaciones probablemente son inevitables y, aunque es cierto que el sistema de los llamados semestres que en realidad son trimestres dificulta el proceso de ir construyendo el aprendizaje paso a paso, me parece que aunque volviéramos a las asignaturas anuales las sensaciones no serían muy distintas. Esta preocupación, por otra parte, es buena, siempre y cuando no derive en un sentimiento de fatalidad sino en reflexionar de manera continuada sobre cómo podemos ayudar mejor al alumnado en su proceso de aprendizaje. Es decir, qué acciones podemos emprender, cuándo, dónde y con quién para mejorar el acompañamiento. No se trata de grandes acciones, sino de decisiones concretas y viables. Se trata, en definitiva, de pensar en positivo,  en concreto y de ser realista. Tres retos que si los tenemos presentes quizás puedan sernos de alguna ayuda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario