miércoles, 25 de marzo de 2020

CONFINADOS


Desde que el gobierno español decretó el estado de alarma por el coronavirus, estamos confinados, encerrados en casa, como ocurre en muchos otros países. En estos momentos, Internet se ha convertido en el principal medio de comunicación. Estar encerrado en casa por obligación es un poco duro pero lo es más cuando nadie sabe cuánto puede durar este confinamiento y, lo que es peor, cómo evolucionará la epidemia.

Ante una epidemia que recuerda las grandes pestes y enfermedades de la historia, las reacciones son diversas. Una de las extremas, ha sido la gran compra de armas que se ha producido en Estados Unidos (por el temor a lo desconocido) que ha agotado las existencias de muchas armerías... por suerte, en mi contexto, la gente lo que agotaba era el papel higiénico. En el extremo positivo, estamos viviendo un importante movimiento de voluntariado para ayudar a los centros sanitarios y a la gente con dificultades. Son muchas las personas que están ayudando todo lo que pueden. Quedémonos con esta imagen y esperamos a ver cómo evolucionan las cosas.

viernes, 13 de marzo de 2020

DESCONCIERTO


Poco podíamos imaginar que nos encontraríamos en una situación como la actual, con el coronavirus. Escuelas, institutos y universidades cerradas y la sensación de que esto aún puede ir a más. Se nos recomienda permanecer en casa cuanto más tiempo mejor. Se trata de una crisis sanitaria, social y económica que afecta a multitud de países y que muestra nuestra fragilidad, como especie.

Estamos desconcertados y no se pueden evitar las dudas sobre si las medidas son realmente necesarias y, si lo son, si no se deberían haber implantado antes. A ver cómo evoluciona la situación. De momento, creo que –a pesar de las dudas- nos toca tratar de contribuir a no propagar la infección, evitando los contactos que no sean imprescindibles.

miércoles, 11 de marzo de 2020

MÁS ALLÁ DEL 8 DE MARZO


El pasado domingo, 8 de marzo, se celebró el día internacional de la Mujer con manifestaciones y actos diversos. Esta celebración reciente puede ser una buena excusa para preguntarse, en los centros educativos, porque hay un día como este y reflexionar sobre la necesidad de ir mucho más allá de una fecha concreta en esta cuestión. Hay que hablar de ello porque lo que no se analiza y se vive como cotidiano y repetido se convierte en normal. Hoy en día podemos manejar muchos datos para analizar, contrastar y reflexionar sobre el papel de la mujer en nuestra sociedad (y en otras), sobre su progreso pero también respecto del camino que aún queda por recorrer para una situación equitativa, no discriminatoria.

Hay datos que podemos consultar en fuentes diversas pero también hay los datos y observaciones que pueden proporcionar las educandas y los educandos de su realidad cercana. Datos sobre la conciliación, el lenguaje que se utiliza, lo que se considera aceptable en un hombre y no en una mujer (por ejemplo: el carácter duro y cierta agresividad), la violencia física y psíquica hacia las mujeres, el paternalismo y el control... Hablar de ello puede no ser suficiente pero lo que está claro es que no si no se habla se contribuye a mantener una situación injusta en muchos aspectos.

miércoles, 4 de marzo de 2020

CORONAVIRUS, EL TEMA DEL MOMENTO


No podía dejar de referirme a lo que es el gran tema desde hace días: el coronavirus (Covid 19). Es una cuestión omnipresente en los medios de comunicación pero también en nuestras relaciones sociales y en nuestro día a día. Según un comunicado de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública de España, esta infección "está siendo magnificada por los medios de comunicación", cuando lo más previsible es que su incidencia no suponga un problema mayor de salud que la epidemia de gripe estacional. El alarmismo es, como mínimo, tan peligroso como puede serlo una epidemia que, ciertamente, supone muchos interrogantes porque es nueva y se desconoce el origen del brote. De todas maneras, existe una contradicción evidente entre los mensajes de los responsables sanitarios que pretenden ser tranquilizadores y las medidas de aislamiento impuestas a los casos detectados y a sus contactos identificados.

No hay duda de que las instituciones educativas tienen que abordar este tema: no pueden obviarlo porque hacerlo sería pretender vivir al margen de la realidad pero, además, tienen una responsabilidad educativa. La preocupación social por el coronavirus tiene distintas vertientes: enfrentarse a la incerteza, el papel de los medios de comunicación, las epidemias en una sociedad globalizada, la divulgación de falsedades y sus consecuencias (el caso del agotamiento de los stocks de mascarillas e incluso de su robo, por ejemplo), las repercusiones económicas de la crisis, las recomendaciones sanitarias (lavarse a menudo las manos, por ejemplo) o la aparición del humor en las redes. Toda esta complejidad e interrelación de aspectos debe abordarse en la escuela y en otras instituciones educativas. No se trata de transmitir un mensaje a educandos y educandas sino de enseñarles a analizar y a comprender la realidad y favorecer el desarrollo de su capacidad crítica.