miércoles, 28 de febrero de 2018

12 LIBROS PARA 12 MESES



A menudo oímos comentar (y comentamos) que parece ser que las nuevas generaciones leen poco, muy poco dicen algunos. En 2016 nació en la biblioteca Sagrada Familia de Barcelona el Velocirepte, un proyecto original para estimular la lectura que, este año, se ha extendido a la red de bibliotecas de la ciudad de Barcelona. Consiste en un desafío a los usuarios de la biblioteca: leer 12 libros durante 12 meses, a partir del tema de cada mes. Una vez inscrito en una de las bibliotecas de la ciudad, el usuario recibe un "pasaporte" con 12 casillas que se irán sellando, mes a mes, a medida que vaya leyendo los libros siguiendo la temática mensual ( "África no es un país ", en enero;" Había una vez un monstruo ", en febrero;" Mujeres que rompen esquemas ", en marzo; etc.). El usuario tiene que escoger un libro del tema que corresponde cada mes. Para ayudarle en la selección, las bibliotecas ofrecen una guía por mes que incluye un centenar de títulos para cada tema. Las guías diferencian entre lecturas para niños y para personas adultas. También se crean espacios donde los lectores pueden comentar las obras que han leído. Los libros se pueden pedir en formato papel o en formato e-book. Quienes hayan conseguido sellar las doce casillas del pasaporte entrarán en un concurso para ganar un viaje.



Me parece una experiencia interesante de dinamización lectora. A ver si se va apuntando la gente.

miércoles, 21 de febrero de 2018

EL INICIO DE UNA ASIGNATURA



He empezado la docencia en una asignatura de grado, en la Universidad. Lo primero que hemos hecho es un intercambio de expectativas (trabajo individual, en grupo y puesta en común) respecto de qué se espera de la asignatura, cuál se cree que debe ser el papel del docente y cuál el papel del estudiante para favorecer el proceso de aprendizaje. A continuación (las clases son de dos horas) hemos empezado a analizar el programa de la asignatura: una primera actividad ha consistido en leer en pequeño grupo la primera parte del programa, en la que se plantean consideraciones sobre las intenciones formativas de la asignatura, y extraer ideas clave y ponerlas en común; las hemos ido anotando en la pizarra: diseñar / analizar, competencias, aprendizaje (cambio), cuestionar, predisposición (motivación), estrategias, fundamentación (conocimiento académico) y relación con el binomio teoría / práctica, acompañamiento. Después, también en pequeño grupo con posterior puesta en común, han analizado los objetivos de aprendizaje de la asignatura y han identificado, para cada objetivo, si se refería al aprendizaje de conocimientos, de habilidades o procedimientos o / y de actitudes.

Estas actividades forman parte de la fase inicial de la secuencia formativa. Pretenden compartir una evaluación inicial (qué pensamos y qué esperamos) y favorecer que los estudiantes se apropien de las intenciones de la asignatura. A veces se da poca importancia a esta fase inicial y tiene mucha si realmente creemos que nuestro papel es acompañar al estudiante en la construcción de su aprendizaje. En la próxima clase seguiremos analizando el resto del programa.

miércoles, 14 de febrero de 2018

NIÑOS Y NIÑAS POCO SATISFECHOS CON SU VIDA EN LA CIUDAD



A finales del año pasado se hicieron públicos los resultados de una encuesta a casi 4.000 niños y niñas de 10 a 12 años de Barcelona que se ubica en el proyecto Hablan los niños y niñas: el bienestar subjetivo de la infancia en Barcelona. Una primera constatación de los resultados es que los niños tienden a responder más positivamente que los adultos (lo llaman "sesgo del optimismo vital"), tal como ha ocurrido en otros estudios. Hay datos interesantes: un 31% de los niños han manifestado no estar suficientemente satisfechos con su vida y un 8% poco o nada satisfechos. ¿En qué ámbitos se muestran menos satisfechos? En el tiempo libre y la autonomía: un 50% dicen que no están suficientemente satisfechos ni con la cantidad de tiempo libre ni con el grado de autonomía que tienen y un 40% no lo están con su vida de estudiante y con el uso de su tiempo. Un 30% se muestran insatisfechos con el barrio donde viven, con los compañeros y compañeras de clase y en cómo los escuchan las personas adultas.

El estudio realizado por el Ayuntamiento de Barcelona pretende analizar los datos y generar políticas para darles respuesta. En todo caso, los datos obtenidos nos deberían hacer pensar. El padre del proyecto "La ciudad de los niños", el italiano Francesco Tonucci, ha puesto en evidencia que las ciudades de hoy no son un lugar pensado para los niños y las niñas y que hay que conceder la palabra a la infancia, escucharlos y tener en cuenta las propuestas que hacen. Los niños y las niñas ya no juegan en la acera de debajo de casa, están prácticamente excluidos de unas ciudades pensadas para un ciudadano adulto y trabajador; las ciudades ya no son espacios de encuentro y de intercambio.

miércoles, 7 de febrero de 2018

HABLAR EN MASCULINO O EN FEMENINO



Más de trescientos maestros y maestras de Francia han publicado un escrito, en el diario Slate, en que manifiestan que dejarán de enseñar gramática de acuerdo con la norma que estipula que el género masculino es el genérico y, por tanto, prevalece sobre el femenino. Según manifiestan, esta norma se basa en un libro de 1767 en el que se dice que "el género masculino es considerado como más noble que el femenino por la superioridad del hombre sobre la mujer". A partir de ahora, estas y estos maestros optarán por la norma de "proximidad" (el adjetivo concuerda con el género del sustantivo más cercano) y por la norma de la "mayoría" (s'adjectivará en masculino o en femenino según la mayor parte del grupo la formen nombres masculinos o femeninos). Este manifiesto se ha publicado justo cuando el gobierno francés ha prohibido el uso del lenguaje inclusivo en sus textos oficiales "por razones de claridad".

En mis escritos y cuando hablo intento tener en cuenta los dos géneros pero, a menudo, me encuentro con personas (hombres y mujeres) que defienden que se debe aplicar el masculino como genérico para, entre otras cosas, evitar un texto demasiado farragoso. Creo que esta opción responde a lo que dicen los maestros franceses en su escrito. Aunque a veces no es fácil encontrar una alternativa que rompa con ese dominio de lo masculino y no dificulte la lectura (por querer hacer presentes los dos géneros: hombres y mujeres, la maestro o el maestro, la profesora o el profesor, etc.), me parece que acceprtar la norma del masculino como genérico no ayudará a cambiar la percepción del masculino como mejor que el femenino. Los cambios en la lengua vienen del uso y es la norma que se acaba adaptando a este uso.