martes, 2 de septiembre de 2014

DE VUELTA

Septiembre: terminadas las vacaciones de verano, empieza un nuevo curso. Hay que adaptarse de nuevo a los horarios laborales, a las tensiones del trabajo y a volver a encontrar satisfacción en nuestras tareas profesionales. Como si quisiera hacer más fácil este proceso, este mes nos brinda generalmente un tiempo agradable y la alegría de las fiestas mayores de ciudades, barrios y pueblos. Es como si se resistiera a dejar atrás los placeres del estío.

 
Ahora recordamos nuestras vacaciones, mejores para unos, no tan afortunadas para otros. Yo he pasado nueve días en el suroeste de Suiza, con sus paisajes maravillosos para quienes gozamos con la montaña, y en una escapada a Torino, la ciudad de las calles porticadas con su estilo característico. El resto del verano: unos días en Oslo, donde tenemos a nuestros hijos trabajando, y a caballo entre Barcelona y un pueblecito del oeste de Catalunya, donde nació mi esposa. Todo ello con una climatología muy agradable.


No pasarán muchos días -en realidad, pasarán muy pocos- antes de encontrarnos sumergidos en una nueva realidad que hará que estos días vacacionales cada vez parezcan más lejanos. En mi caso, la semana se presenta con reevaluación, reunión del equipo docente, revisión de los trabajos de fin de grado y de fin de máster, reunión de un proyecto de colaboración con Latinoamérica y del grupo de innovación docente... Sí, efectivamente, entraremos rápidamente en materia.

 Feliz curso.

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