viernes, 2 de noviembre de 2012

¿QUÉ PRETENDE REALMENTE EL SEÑOR WERT?


En diversas ocasiones he opinado -como han hecho muchos otros- sobre la necesidad de un acuerdo político amplio sobre el sistema educativo que ponga freno al actual proceso de cambio permanente a que está sometido, a remolque de los cambios electorales.

 
La situación actual no tiene sentido porque no facilita en absoluto la labor del profesorado y, por lo tanto, pone obstáculos en el camino hacia una mejora real de la educación. Ahora no entro en el contenido de estos cambios porque en este caso es muy cierto aquello que decimos a menudo cuando hablamos de educación: son tan importantes -como mínimo- los resultados como los procesos. Ahora hablo de procesos, aunque es muy cierto que también se podría opinar sobre el contenido de los aires  que inspiren al Ministerio de Educación que, a menudo, parecen provenir de tiempos muy lejanos.

Me refiero a la dinámica de reformas continuadas, una dinámica que no contribuye precisamente a motivar a los y a las docentes. Los cambios legislativos tan frecuentes y tan pendulares - ahora hacia aquí, ahora hacia el otro lado- ayudan a incrementar una sensación de inseguridad y de provisionalidad desde la cual se hace difícil llevar a cabo la tarea de enseñar, especialmente cuando ya hay muchos otros factores que ayudan a crear incertidumbres.

 
En el mejor de los casos, ante esta aluvión de cambios constantes, el profesorado genera mecanismos de resistencia a la innovación que le permitan no perder el norte - su norte profesional- pero, a menudo, la reforma permanente lleva al desconcierto docente y a incrementar la concepción negativa sobre la escuela que tiene un sector amplio de la sociedad.

 
¿Todo esto no lo sabe el actual ministro de educación del gobierno español? Con toda seguridad, no lo puede ignorar. Entonces, ¿cómo se explican las decisiones que está tomando, sus manifestaciones y su arrogancia y menosprecio hacia ideas distintas de las suyas? ¿A dónde pretende llevar la educación? ¿Qué quiere conseguir?

 
La verdad, me cuesta de imaginar.

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