miércoles, 21 de junio de 2017

LA TEMPERATURA IMPIDE HACER CLASE



En Cataluña, desde hace un par de semanas, estamos viviendo una ola de calor, con temperaturas que han llegado hasta los 40 grados en algunos lugares. Todo el mundo mira de aguantarlo de la mejor manera que puede y suerte tenemos de los aires acondicionados. Pero de aire acondicionado en las aulas no suele haber. En el debate casi permanente sobre las vacaciones escolares y sobre si el curso debería terminar más tarde y empezar antes (para que las vacaciones de verano fueran más cortas) la cuestión climatológica es un condicionante para tomar una u otra decisión. Ahora, sin embargo, el curso no ha terminado y hace mucho, mucho, calor. Se están produciendo golpes de calor que han afectado a niños y docentes. En estas circunstancias es imposible hacer una clase normal, hay que alargar los patios, remojar a los niños con mangueras y vaporizadores, darles agua, pedir a las familias que no se olviden de las gorras y de las cremas de protección solar ...

En las escuelas hay una sensación estresante por la situción. Aunque no es fácil saber muy bien qué hacer, quizás desde la Administración se podría tomar alguna decisión, más allá de decir que es una situación pasajera ... quizás se quiere decir: pasajera hasta que llegue el día de fin de curso.

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