El reciente estudio
¿Fuertes como el padre? ¿Sensibles como la madre? Identidades
de género en la adolescencia, presentado por el Centro Reina Sofía sobre
Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD),
muestra unos datos preocupantes: ocho de cada 10 jóvenes entre 14 y 19 años (en
una encuesta a más
de 2.500 adolescentes) han afirmado que conocen o hn conocido un acto de
violencia entre parejas de su edad.
Los encuestados han
identificado una media de 5 actos de violencia por parte de los chicos y de 3,7
actos por parte de las chicas. Entre
esta actos, destaca el acoso psicológico (lo que se llama violencia de
control), una manifestación del sentimiento de posesión respecto de la pareja.
La actitud más frecuente
es la revisión del móvil por parte de la pareja, limitar con quien se puede
hablar y, en general, controlar todos los actos. Un
28% de los encuestados dicen conocer chicos que han agredido físicamente a su
pareja. El
estudio también pone de manifiesto que los adolescentes mantienen los
estereotipos de género.
Estos datos están en sintonía con estudios anteriores y llevan a cuestionarse varias cosas: ¿qué es lo que no acabamos de hacer suficientemente bien en nuestra sociedad (y en la educación)?; ¿cómo debemos afrontar el riesgo de que las nuevas tecnologías sirvan para hacer aún más fácil este tipo de actitudes?; ¿cómo podemos contrarrestar determinados valores sociales, a menudo ampliamente difundidos por los medios de comunicación?
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