miércoles, 11 de abril de 2018

APRENDER DURMIENDO



Dormir es imprescindible; ya lo sabemos, aunque a menudo ni nosotros ni los niños ni los adolescentes dormimos lo necesario. En el contexto español, los horarios y los hábitos sociales lo dificultan. Entre los múltiples beneficios del dormir hay uno que tal vez no se tiene muy claro: el sueño es beneficioso para la memoria y la memorización es imprescindible para el aprendizaje (no una memorización mecánica sino una memorización comprensiva). Lo que aprendemos lo debemos archivar en nuestra red de memoria.

La secuencia de actividad neuronal que se produce cuando aprendemos se repite por la noche y esto explica que "la memoria pueda mejorar incluso cuando no se ejercita conscientemente, ya que a menudo practicamos también mientras dormimos", tal como dice Ignacio Morgado, director del Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona en un artículo en la Vanguardia (1 de enero de 2018). Al dormir, la repetición de la actividad de las neuronas estabiliza la memoria, sin interferencias. El sueño también favorece integrar los nuevos contenidos con los ya existentes y "extraer características y reglas ocultas del conjunto de la información recibida" lo que favorece el aprendizaje significativo. Como concluye Morgado: "Todo lo que facilite un buen descanso, a cualquier edad, será beneficioso para el mantenimiento de las capacidades mentales". Más argumentos para tratar de racionalizar un poco más los periodos de dormir.



No hay comentarios:

Publicar un comentario