miércoles, 21 de febrero de 2018

EL INICIO DE UNA ASIGNATURA



He empezado la docencia en una asignatura de grado, en la Universidad. Lo primero que hemos hecho es un intercambio de expectativas (trabajo individual, en grupo y puesta en común) respecto de qué se espera de la asignatura, cuál se cree que debe ser el papel del docente y cuál el papel del estudiante para favorecer el proceso de aprendizaje. A continuación (las clases son de dos horas) hemos empezado a analizar el programa de la asignatura: una primera actividad ha consistido en leer en pequeño grupo la primera parte del programa, en la que se plantean consideraciones sobre las intenciones formativas de la asignatura, y extraer ideas clave y ponerlas en común; las hemos ido anotando en la pizarra: diseñar / analizar, competencias, aprendizaje (cambio), cuestionar, predisposición (motivación), estrategias, fundamentación (conocimiento académico) y relación con el binomio teoría / práctica, acompañamiento. Después, también en pequeño grupo con posterior puesta en común, han analizado los objetivos de aprendizaje de la asignatura y han identificado, para cada objetivo, si se refería al aprendizaje de conocimientos, de habilidades o procedimientos o / y de actitudes.

Estas actividades forman parte de la fase inicial de la secuencia formativa. Pretenden compartir una evaluación inicial (qué pensamos y qué esperamos) y favorecer que los estudiantes se apropien de las intenciones de la asignatura. A veces se da poca importancia a esta fase inicial y tiene mucha si realmente creemos que nuestro papel es acompañar al estudiante en la construcción de su aprendizaje. En la próxima clase seguiremos analizando el resto del programa.

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