Seguimos
confinados y no sabemos cuánto durará esta reclusión ni qué pasará cuando acabe
(¿habrá un rebrote de infecciones?). El confinamiento se empieza a hacer duro,
especialmente para las personas que viven en peores condiciones. En España, a
diferencia de otros países, no se permite salir a hacer deporte o caminar, ni
siquiera yendo solo. Parece ser que la violencia doméstica se ha disparado. El
personal sanitario está trabajando en unas condiciones extremas y, en muchos
casos, sin la protección que debería tener porqué no le llega material de
seguridad (mascarillas, gafas de protección...). Se empieza a hablar de la
crisis económica que llegará, de proporciones imprevisibles, y a la que no
parece que la Unión Europea, hoy por hoy, quiera enfrentarse de manera
unitaria, más bien todo lo contrario. La extrema derecha ya se prepara para
alcanzar más protagonismo.
Daniel
Innerarity ha escrito: el coronavirus no es el fin del mundo pero sí el fin de
un mundo. Manuel Castells ha dicho que "podemos desembocar en una crisis
económica o en una nueva cultura del ser, necesaria para sobrevivir". ¿Seremos
capaces de salir de esta pandemia con un cambio cultural o se cumplirán los
peores presagios?
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