Desde que el
gobierno español decretó el estado de alarma por el coronavirus, estamos
confinados, encerrados en casa, como ocurre en muchos otros países. En estos
momentos, Internet se ha convertido en el principal medio de comunicación.
Estar encerrado en casa por obligación es un poco duro pero lo es más cuando
nadie sabe cuánto puede durar este confinamiento y, lo que es peor, cómo
evolucionará la epidemia.
Ante una
epidemia que recuerda las grandes pestes y enfermedades de la historia, las
reacciones son diversas. Una de las extremas, ha sido la gran compra de armas
que se ha producido en Estados Unidos (por el temor a lo desconocido) que ha
agotado las existencias de muchas armerías... por suerte, en mi contexto, la gente
lo que agotaba era el papel higiénico. En el extremo positivo, estamos viviendo
un importante movimiento de voluntariado para ayudar a los centros sanitarios y
a la gente con dificultades. Son muchas las personas que están ayudando todo lo
que pueden. Quedémonos con esta imagen y esperamos a ver cómo evolucionan las
cosas.
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