Francesco Tonnucci es un conocido psicopedagogo italiano (y dibujante, con
el seudónimo de Frato) que impulsa La ciudad de los niños: se trata de
que las ciudades tengan espacios públicos donde los más pequeños puedan jugar y
desarrollarse en libertad. Las ciudades actuales están pensadas para cubrir las
necesidades de las personas adultas pero no de los niños y niñas. Ahora que el
confinamiento por coronavirus ha dejado espacios libres, la infancia no puede salir
de las paredes de su casa y, en nuestro país, esta situación ya hace un mes y
medio que dura. Son muchos los expertos que alertan sobre las consecuencias que
este confinamiento puede tener para la infancia, especialmente para los niños y
niñas de 2 a 7 años. Aunque las situaciones familiares son muy diversas, muchos
niños y niñas están pasando una situación de estrés que les puede pasar
factura. No poder estar en contacto con compañeros ni con su profesorado (un
referente adulto importante), no poder salir de casa para jugar y correr y el
hecho de no acabar de entender qué está pasando, puede generar ansiedad y
frustración porque aún no se dispone de las herramientas emocionales para
afrontar la situación. Todo esto se agrava en familias monoparentales, cuando
los niños y niñas se encuentran en entornos con poca seguridad o en familias
vulnerables, en niños con trastornos ... Cuando padres y madres que ahora están
teletrabajando vuelvan al trabajo presencial y las escuelas no reabran muchas
situaciones se complicarán.
El debate social que se está generando presiona las decisiones
gubernamentales y, el pasado viernes, el presidente del gobierno español
anunció que -si no hay novedades- desde el próximo lunes niños y niñas podrán
salir un rato. A ver si se confirma y cómo se organizan estas salidas... Ahora
ya se empieza a hablar de que los adultos también necesitan salir, pero este es
otro tema.
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