Según informaron recientemente desde
el Departamento de Enseñanza y desde la dirección general de Universidades de
la Generalidad de Cataluña, los estudiantes de los grados de maestro de
Cataluña para poder obtener el título deberán realizar un período de prácticas
similar al MIR de medicina . Este
"MIR de profesorado" durará un año y el profesorado en prácticas
cobrará un pequeño sueldo. Después
de esta formación se obtendrá el título y se podrá entrar en la bolsa de
interinos y presentarse a oposiciones.
La iniciativa responde a la
preocupación por una mejor formación del profesorado, como también lo hacen
otras iniciativas como los nuevos requisitos que se implantarán para acceder a
las facultades de formación de Maestros. Desde
2017 quién quiera ser admitido para cursar esta titulación deberá superar unas
pruebas específicas de matemáticas y de lengua.
Desde mi punto de vista se trata de
iniciativas interesantes aunque se debería evitar el riesgo de caer en medidas
que tengan mucho de imagen y puede que no prioricen otras medidas que no se ven
tanto pero que son capitales, como por
ejemplo la calidad de la formación que se imparte en los grados de maestros,
demasiado a menudo con muchas dificultades estructurales y de recursos. Los
requisitos de entrada pueden estar bien y el "MIR" de salida también
pero entre la entrada y la salida está el tuétano del proceso. Y
para hacer un buen proceso no basta con la buena voluntad de los docentes
universitarios.
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