Trato un nuevo tema a plantearse para mejorar una titulación universitaria
(la entrada anterior sobre esta cuestión es del 1 de mayo de 2019): el enfoque
interdisciplinario y transversal. Vivimos en un mundo complejo donde cada vez
es más necesario compaginar los enfoques disciplinarios (para profundizar
aspectos específicos) con una visión transversal, más global y sistémica, y con
la capacidad de trabajar en equipos interdisciplinarios. La realidad
profesional, especialmente en determinados ámbitos como la sanidad o la
educación por ejemplo, es multiprofesional: hay que saber trabajar
conjuntamente con profesionales de otras disciplinas y la Universidad prepara
poco en esta competencia. Sólo se aprende a tener una visión interdisciplinar
practicándola.
Cuando analicé una titulación específica, señalé como puntos fuertes la
existencia de experiencias de interdisciplinariedad, aunque todavía demasiado
escasas, así como la oportunidad que suponen las prácticas externas y el
trabajo final de grado para favorecer este tipo de enfoques. Como reto de
mejora indicaba que el de la interdisciplinariedad y transversalidad es un trema
de fondo que requiere una reflexión profunda entre los responsables de diseñar
y llevar a cabo planes docentes y que debe ser abordado a nivel de titulación.
Como aspecto a mejorar también señalaba que el profesorado tiene poco
conocimiento de las perspectivas y los enfoques de otras asignaturas. La
cuestión que propuse para abordar el tema fue debatir si se puede hacer una
propuesta de titulación para favorecer un enfoque más interdisciplinario o
transversal.
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