Hemos iniciado las clases de un nuevo curso. El
primer día siempre tiene algo de especial, incluso aunque se trate de una
asignatura que ya hace años que la impartes. Se produce un nuevo encuentro, con
un alumnado en general joven, y te preguntas como irá este curso. Me preocupa
especialmente qué tipo de relación podremos establecer, como construir un
vínculo que facilite trabajar de manera corresponsable en el proceso de enseñanza
- aprendizaje. El reto es favorecer su motivación y, a la vez, su capacidad de
aprendizaje autónomo. Encontrar el punto justo entre la ayuda a su proceso de
aprender y el desarrollo de una autonomía que les haga plenamente
protagonistas de su proceso de aprendizaje no es una tarea fácil. Quizás será
que enseñar no es sencillo, pero probablemente en este reto esté el encanto de
nuestra profesión.
Educar debe consistir en acompañar procesos de aprendizaje para ayudar al educando y educanda a desarrollar la autonomía y el espíritu crítico
martes, 29 de septiembre de 2015
miércoles, 23 de septiembre de 2015
¿PARA QUÉ SOCIEDAD ESTAMOS EDUCANDO?
En La Vanguardía del pasado 30 de agosto, Xavier Ferràs se
refiere a un libro publicado por McKinsey Global Institute, No ordinary
disruption: the four global forces breaking all the trends, donde se argumenta que "el mundo
está inmerso en una transición similar a
la revolución industrial, a una velocidad dos veces superior, sobre una base de
población 300 veces mayor y con un impacto 3.000 veces más elevado ".
El autor apunta que se están produciendo "transformaciones
radicales, de las que los medios de comunicación apenas se hacen eco, pero que
cambiarán dramáticamente en los próximos 25 años, la forma en que vivimos,
producimos, consumimos y nos relacionamos".
Este camino hacia el cambio
se debe a cuatro grandes fuerzas que convergen y se realimentan entre ellas:
·
las
megaciudades: "la mitad del crecimiento económico previsto hasta el 2025
estará concentrado en unas 400 grandes urbes, especialmente en Asia,
Latinoamérica y África. (...) En dos décadas, 3.000 millones de nuevos
consumidores emergerán de los países en desarrollo.
Soportar este ritmo de urbanización tendrá un impacto dramático en la demanda
de materias primas ".
·
El
envejecimiento global: "si la tendencia actual continúa, hacia el 2050
(...) Europa tendrá el doble de jubilados que de niños. Y el déficit
demográfico se expandirá en China, India y Latinoamérica a medida que estas
sociedades entren en el juego económico global y accedan a la educación y la
sanidad. (...) Hoy el 60% de la población mundial ya está en zonas de
decrecimiento demográfico ".
·
la interconexión total: "el sistema
comercial global se expande en Asia y penetra velozmente en África".
·
el
cambio tecnológico: "todo estará sensorizado. Para saber cuántas cervezas
tenéis en la nevera o dónde están las llaves del coche sólo tendréis que
preguntárselo a Google".
El autor apunta que se están produciendo "transformaciones
radicales, de las que los medios de comunicación apenas se hacen eco, pero que
cambiarán dramáticamente en los próximos 25 años, la forma en que vivimos,
producimos, consumimos y nos relacionamos".
miércoles, 16 de septiembre de 2015
¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO CON EL AGUA?
La Contra de La
Vanguardia (en la última página
de este diario) del pasado 22 de julio, entrevista a Balazs Gardi, un
fotoperiodista que lleva más de
diez años documentando nuestra relación con el agua, un bien imprescindible para
la vida humana. En la entrevista
se hace un grito de
alerta: el agua se puede terminar,
dado que en los próximos 20 años, la demanda mundial de agua superará la oferta
en un 40%. Hoy, "hay más gente que muere por falta de agua o por
enfermedades relacionadas que
todos los muertos por las guerras
del planeta sumadas". Mientras se desperdician
enormes cantidades de agua y el acceso a su uso a
menudo está en manos privadas,
"una de cada cinco personas en el
mundo vive con menos de un dólar
diario, el mismo porcentaje que no tiene acceso a agua potable". A veces,
desde el mundo occidental no somos
suficientemente conscientes de
cuestiones tan preocupantes
como esta.
miércoles, 9 de septiembre de 2015
EVALUACIÓN CONTINUADA: ALGUNAS IDEAS CLAVE
El pasado 2 de
septiembre fui invitado a dar una
conferencia sobre la evaluación continuada en la Facultad de Ciencias de la Salud, Blanquerna, de la Universidad Ramon Llull. Una vez más se constató que las principales dudas e inquietudes en torno a este tema son muy coincidentes entre
el profesorado de centros y de
universidades diferentes.
Como les comenté,
cuando se trata de la evaluación continuada en la Universidad me parece muy importante empezar por reflexionar
sobre las funciones de la
evaluación: acreditativa o
calificadora, formativa o de regulación
de la intervención docente a lo largo del proceso formativo
y formadora o de
autorregulación del proceso de aprendizaje por parte del estudiante, también a lo largo de la secuencia formativa. Son las funciones formativa y formadora las
que justifican plenamente la evaluación continuada.
La función formadora
creo que es central:
" Aunque
a menudo no se suele diferenciar entre la función formadora y formativa,
nosotros optamos por hacerlo, para poner de manifiesto la importancia de la
autorregulación del propio estudiante. El término evaluación formadora apareció
en el Canadá en la década de 1970 para referirse a una evaluación dirigida
hacia la autorregulación. En 1980 la
UNESCO constituyó un grupo de expertos encargado de elaborar métodos que
ayudasen a desarrollar conductas autónomas de aprendizaje. Posteriormente,
aparece en el mundo educativo la importancia del aprender a aprender y los
estudios sobre como la metacognición (reflexión sobre el propio proceso de
aprendizaje) favorece este proceso, lo cual entronca directamente con la
autorregulación y la función formadora de la evaluación" (Grupo
TRANS.EDU-Artur Parcerisa (coord). Experiencias de evaluación continuada en la
Universidad. Barcelona: Octaedro-ICE UB, p. 15).
Esta función
de la evaluación tiene mucha relación con otra cuestión
clave: la retroalimentación o
feedback, que si se proporciona con
suficiente detalle y a tiempo
(no cuando el estudiante ya está con otra historia)
se convierte en una herramienta muy
potente para ayudar al proceso de aprendizaje. A menudo el número demasiado
elevado de evidencias de
evaluación no permite hacer una
buena retroalimentación, pero una evaluación no es más o menos
continuada por el número de
evidencias sino según el grado en que cumple las
funciones formativa y formadora y proporciona un buen feedback.
martes, 1 de septiembre de 2015
TOCA TRABAJAR
En general, las vacaciones
me resultan agradables y, a menudo, interesantes. Tanto es así que sólo
acostumbran a tener una cosa realmente mala: se terminan. Y aquí estamos, con
el período de descanso estival finiquitado y todo un curso por delante. Dicen
que hay quien tiene dificultades para adaptarse a la nueva realidad; no es mi
caso. Acostumbro a ver las cosas desde una vertiente positiva, aunque,
ciertamente, en ocasiones ello requiere de mucha fuerza de voluntad. Es por
ello y gracias a las energías renovadas que pienso que el nuevo curso puede
sorprendernos con cosas interesantes.
A nivel político, con unas
elecciones catalanas plebiscitarias el 27 de septiembre -lo serán, se esté o no
de acuerdo en ello- y unas elecciones generales con nuevos partidos que
introducen muchas incógnitas sobre lo que puede suceder, creo que tendremos
emociones. A nivel social y económico estaremos a la expectativa para ver si
realmente las cosas mejoran algo. A nivel educativo veremos que sucede pero no
parece que, en el marco de las decisiones gubernamentales, podamos ir a peor...
aunque la vida da sorpresas. A nivel más
personal, el curso empieza con el regreso de mi hijo de su estancia laboral en
Noruega (ahora, allí, resta mi hija y su compañero) y con un pastel que tendrá
60 velas, que ya son... velas.
Durante el verano hemos
estado en el pueblecito de mi esposa, en tierras del Poniente catalán, y diez
días achicharrándonos de calor y maravillándonos con los paisajes naturales y
urbanos de Croacia y, un poco, de Herzegovina y Montenegro. Queda en el recuerdo. Ahora toca vivir el
presente.
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