"Nuestro entorno está totalmente modificado por la tecnología, y esto también ha cambiado la percepción que tenemos de nosotros
mismos".
"Hoy estamos convergiendo con la inteligencia artificial y cada vez nos cuesta más distinguir nuestra mente de sus prótesis: el GPS, los smartphones y todo tipo de ordenadores ..."
"Las máquinas se están independizando de nosotros y cada vez interactúan más entre ellas sin nuestra mediación, por lo que adquieren su propia inteligencia y cierta autonomía".
"El último absoluto es el cuerpo. Y nos piden que nos disolvamos en la máquina y sintamos y pensemos con ella".
"De momento aún tenemos las bibliotecas, las hemerotecas y las discotecas y videotecas analógicas, pero, poco a poco, todos nuestros testimonios del pasado irán siendo digitalizados y gestionados por inteligencia artificial".
"Google es el dios escondido de nuestros días, y su pretensión de digitalizar todas las bibliotecas del planeta me parece peligrosa".
"Hoy Geogle ya gestiona la memoria y el olvido (...). Los archivos de hoy, si continuamos así, acabarán convertidos en el lugar donde las cosas ya no están ni en el recuerdo, y las que haya sólo serán en una nube que no gestionaremos nosotros. Y eso es peligrosísimo ".
Lo que dice Doueihi no es ciencia ficción.
Todo parece indicar que vamos hacia aquí. El otro día hablaba con mi hijo sobre
si acabaríamos teniendo implantadas en nuestro cuerpo las herramientas
tecnológicas pero, quizás, la diferencia no sería tanta porque muchas personas
están firmemente unidas a estas herramientas, como podemos constatar mirando a
nuestro alrededor... o quizás a nosotros mismos.
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