Un estudio reciente (Monitor Adecco de
Oportunidades y Satisfacción en el Empleo) señala que se está incrementando
el número de empleados que trabajan desde casa. Se
indica que en un 25% de los casi 950.000 puestos de trabajo creados en los
últimos dos años en España se incluye alguna fórmula de teletrabajo. Según
el estudio, en el segundo trimestre de 2018, 1,43 millones de empleados
trabajaban, al menos parcialmente, desde casa. Según
la agencia de la Comisión Europea Eurofound para la mejora de las
condiciones laborales, el teletrabajo se va extendiendo pero de forma
desigual: la implantación más alta se da en los países nórdicos y en empresas
tecnológicas y de servicios bancarios.
Esta tendencia es una buena muestra de cómo está cambiando el mundo laboral, del papel de las tecnologías y de los nuevos hábitos sociales. Aunque el trabajo desde casa todavía es minoritario parece una tendencia persistente. Una vez más, nos es difícil imaginar cuál puede ser la situación en pocos años y es que, en este mundo tan cambiante, se hace muy difícil predecir con un mínimo de seguridad cómo será el futuro. Esta dificultad de predicción la tendríamos que tener muy presente los que nos dedicamos a la educación: si no podemos saber muy bien para qué tipo de futuro estamos educando quizás lo que nos hace falta es educar la capacidad de adaptarse y de estar abierto críticamente a lo que va sucediendo en el entorno.
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