Leo en La
Vanguardia (29 de agosto de 2018): "En un caso extremo de juego límpio, la
Federación Noruega de Piragüismo ha pedido la descalificación de su deportista
Eivind Vold, que protagonizó un bochornoso caso en la final de K1-5.000 en el
reciente Mundial de Portugal. El palista pasó de forma incorrecta por una de
las boyas y fue inicialmente descalificado, aunque la decisión fue anulada
luego, lo que valió su tercer puesto y que obtuviera el bronce por delante del
español Javier Hernanz. Noruega ha
revisado el vídeo y ha pedido disculpas personalmente al piragüista español, a
la vez que ha solicitado a la Federación Internacional que le restituya una
medalla que de forma legal y ética la pertenece a él, y no a Vold".
Me parece
una buena noticia para reflexionar con los y las estudiantes sobre la actuación
ética en la vida. ¿Por qué nos sorprende la noticia? ("un caso extremo de
juego límpio"); ¿Qué dificulta este tipo de conductas? ¿Es casualidad que
el hecho se dé en un país nórdico? ¿También se hubiera producido en un deporte
más mayoritario (como el futbol, por ejemplo)? Hay muchas cuestiones sobre las
que darle vueltas y creo que es bueno hacerlo sobre un ejemplo positivo. De
negativos, hay demasiados.
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