Mientras
en el horizonte aparece la posibilidad (crucemos los dedos) de un pacto de
educación, es conveniente tener presentes los principales retos de la educación
en España, según el reciente informe anual de la OCDE: las cifras de fracaso y
abandono escolar siguen siendo muy elevadas (aunque han mejorado algo) y la
formación profesional no acaba de convertirse en una opción suficientemente
escogida. A ello hay que añadir el bajo nivel del PIB dedicado a la educación.
En el informe nuevamente se destaca que, si bien el sueldo inicial de los docentes
no es bajo respecto al de docentes de otros países, posteriormente apenas se
incrementa. También se detecta que en España se trabaja 880 horas en educación
primaria y 713 en la educación secundaria obligatoria mientras que la media en
los países de la OCDE es de 776 y 694 horas, respectivamente. También se
informa que las chicas siguen prefiriendo carreras humanísticas mientras que
los chicos priorizan las técnicas y científicas (la buena noticia es que en las
nuevas matrículas de educación superior el porcentaje de mujeres es algo
superior al de hombres, el 52,5%).
Identificar
las necesidades a cubrir y también las potencialidades (la dedicación de los y
las docentes, por ejemplo) es en lo primero en que debe haber acuerdo. Y ya en
este paso inicial puede ser que compartir la interpretación de fondo no sea tan
sencillo. No perdamos la confianza, aún.
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