Lo que está sucediendo no es un fenómeno menor. Es por ello, que me ha parecido relevante que se haya producido un movimiento social que ha llevado a WhatsApp a dar marcha atrás en el control de lectura instalado en su última versión, que hace que los usuarios sepan cuando un mensaje ha sido leído. Esta reacción que, por una vez, disminuye el control social sobre nuestras acciones más personales, es importante porque estamos hablando de una herramienta utilizada por 450 millones de usuarios (23 millones en España). Me parece difícil que la tendencia de "socialización extrema" a la que estamos asistiendo tenga vuelta atrás pero, en todo caso, lo que ha sucedido aporta una brizna de esperanza.
Educar debe consistir en acompañar procesos de aprendizaje para ayudar al educando y educanda a desarrollar la autonomía y el espíritu crítico
martes, 18 de noviembre de 2014
POR UNA VEZ...
Comparto la preocupación mostrada en algunos artículos
aparecidos recientemente en la prensa por una evolución social que nos está
llevando a los peores augurios de 1984,
la famosa y visionaria novela de George Orwell. La privacidad y la intimidad
cada vez son menores y las tecnologías de la información y la comunicación, que
sin duda han supuesto muchas cosas positivas, han contribuido muy notablemente
a agudizar esta situación. A mi entender, lo más grave es que da la sensación
de que una parte muy significativa de la población no sólo se resigna a perder
un espacio propio alejado de las miradas ajenas, sino que contribuye a ello,
más o menos conscientemente.
Lo que está sucediendo no es un fenómeno menor. Es por ello, que me ha parecido relevante que se haya producido un movimiento social que ha llevado a WhatsApp a dar marcha atrás en el control de lectura instalado en su última versión, que hace que los usuarios sepan cuando un mensaje ha sido leído. Esta reacción que, por una vez, disminuye el control social sobre nuestras acciones más personales, es importante porque estamos hablando de una herramienta utilizada por 450 millones de usuarios (23 millones en España). Me parece difícil que la tendencia de "socialización extrema" a la que estamos asistiendo tenga vuelta atrás pero, en todo caso, lo que ha sucedido aporta una brizna de esperanza.
Lo que está sucediendo no es un fenómeno menor. Es por ello, que me ha parecido relevante que se haya producido un movimiento social que ha llevado a WhatsApp a dar marcha atrás en el control de lectura instalado en su última versión, que hace que los usuarios sepan cuando un mensaje ha sido leído. Esta reacción que, por una vez, disminuye el control social sobre nuestras acciones más personales, es importante porque estamos hablando de una herramienta utilizada por 450 millones de usuarios (23 millones en España). Me parece difícil que la tendencia de "socialización extrema" a la que estamos asistiendo tenga vuelta atrás pero, en todo caso, lo que ha sucedido aporta una brizna de esperanza.
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