Ya conocemos los
resultados de las elecciones a la presidencia de los Estados Unidos de América:
el nuevo presidente de la primera potencia del mundo será una persona que se ha
mostrado populista, racista, xenófoba y sexista. Que la dirigente de la
ultraderecha francesa haya sido la primera persona en felicitarle desde fuera
de su país, es sintomático. Ahora los populistas y la ultraderecha (cada día más relevantes en diversos países), tienen un líder.
Sociólogos y
politólogos analizarán las causas del éxito de Trump pero la tendencia social
que ha llevado a este resultado y al auge de algunos partidos de extrema
derecha en Europa debe preocuparnos a todos. Aunque se hace difícil navegar en
este mundo de incertidumbres, desde la educación no podemos dejar de analizar lo
que está sucediendo. No lo olvidemos: la educación es una herramienta con
notable incidencia para ayudar a configurar unos u otros tipos de sociedad y,
en los momentos que estamos viviendo, educar en unos u otros valores es
crucial. Los valores son la base de las actitudes sociales. No hay que perder
el optimismo crítico, aunque en momentos como los actuales no sea nada fácil.
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