miércoles, 30 de octubre de 2013

MÓVIL SIEMPRE PRESENTE (Resumen de prensa)

EL PERIÓDICO DIGITAL 26 de octubre de 2013

el impacto social de las nuevas tecnologías

Esclavos del móvil

Los especialistas alertan del abuso del 'smartphone' por parte de niños y adolescentes
Las advertencias contra la adicción ya proliferan pese a la falta de estudios fiables

TONI SUST / Barcelona
Tan solo seis años después de que Steve Jobs presentara el iPhone y diera pie con ello a la popularización del 'smartphone', basta con una sencilla mirada –en la calle, en un restaurante, en una oficina, en un concierto, en un partido de fútbol– para comprobar que el éxito ha sido total, incluso abrumador. Que la vida de las personas ha cambiado, para bien y para mal, con esos ordenadores en la mano. Aunque más allá de lo visible, solo el sentido común, por ahora, nos habla de los efectos indeseables del uso inconveniente del móvil y de las redes sociales. Porque no hay todavía en España estudios que hablen sobre esos efectos. Sí hay preocupación evidente porque los adolescentes no se conviertan en adictos, pero salvo casos flagrantes, el abuso de los adultos se considera tolerable.
“Estamos en una fase inicial, aceptamos que hay un problema, pero todavía no pensamos en qué consecuencias tendrá», afirma Jordi Romañach, licenciado en Ciencias de la Información y autor de Dieta digital, un libro sobre el uso de la tecnología y la conveniencia de mantenerla dentro de márgenes razonables. No es cuestión de caer en la anatemización de la tecnología, pero sí en que no es necesario ni normal estar permanentemente pendiente del móvil. Romañach está convencido de que pronto parte de la sociedad será más beligerante con el que interrumpe una conversación para comprobar si ha recibido un mensaje en whatsapp, de que esta y otras conductas abusivas serán afeadas.

miércoles, 23 de octubre de 2013

EL DEPORTE COMO RECURSO SOCIOEDUCATIVO


Hace unos días (El Periódico de 17 de octubre de 2013) la prensa se hacía eco de que "niños indígenas mexicanos que juegan descalzos a baloncesto hacen historia" al ganar un campeonato infantil con la participación de equipos de siete países.  El equipo lo constituyen niños indígenas de Oaxaca, una de las zonas más pobres de México.


 
El torneo, celebrado en Argentina, era el Festival Mundial de Mini-Baloncesto, que desde el año 2010 impulsa la Federación Internacional de Baloncesto "para dar oportunidades de desarrollo a la población infantil de zonas pobres de la región". 
 
Uno de los entrenadores ha comentado que los niños de este equipo (conocidos como "los ratones descalzos de México")  aunque reciben unas zapatillas cuando ingresan en el equipo, muchos de ellos juegan descalzos porque, para ellos, es normal no tener zapatos. También subraya que, desde sus impulsores, el baloncesto se ve como una oportunidad: "los pequeños (actualmente 35 niños y 5 niñas) deben tener buenas notas y hablar su lengua nativa".
 
La noticia nos recuerda el potencial de las actividades deportivas para el trabajo y la educación social con infancia desfavorecida y en situación de riesgo social. En nuestro entorno se desarrollan diversas experiencias en esta línea que ayudan a mejorar la situación de la parte más desfavorecida de la población. Aprovechar el eco social y mediático del deporte -en nuestras latitudes especialmente el futbol- para la intervención socioeducativa se ha mostrado como un recurso educativo potente y es una manera muy distinta de concebir el juego deportivo en equipo, con valores y potencialidades profundamente alejados de los que a menudo vemos en ciertos deportes profesionales muy mediáticos.
 
 
 
 
 
 
 

martes, 15 de octubre de 2013

MALOS RESULTADOS EN COMPETENCIAS BÁSICAS


En el Periódico del pasado 9 de octubre se podía leer:

"La formación real que reciben los titulados españoles dista mucho de lo que se podría esperar de sus títulos", admite la analista de la OCDE para temas educativos  Marta Encinas-Martín. El problema no es la universidad en si misma, "es que todo el sistema educativo español, desde la etapa infantil hasta los estudios superiores, no asegura las competencias básicas, como sí que lo hacen otros sistemas analizados", añade Óscar Valiente, investigador en la Universidad de Glasgow i ex-colaborador de la OCDE en estudios educativos.

Estos  días la prensa se ha hecho eco de los malos resultados de la población adulta española en la encuesta del Programa internacional para la Evaluación de las Competencias de Adultos.

Las conclusiones hechas públicas piden una reflexión sosegada y profunda que tenga en cuenta aspectos diversos. Ahora quiero centrarme en el tema de las competencias. En nuestro país creo que aún estamos entrando en este -para nosotros- nuevo concepto. De competencias y sobre las competencias se ha escrito mucho, en los últimos años, pero tengo muchas dudas sobre si la profundidad del concepto ha calado en nuestro sistema educativo. No es fácil, porque supone un cambio de fondo y los cambios no se producen sólo porque desde la Administración se diga que hay que cambiar.

Entender las competencias como hitos a conseguir; los contenidos como recursos al servicio de estas competencias; la necesidad de practicar la integración de conocimientos, procedimientos y actitudes en la resolución de situaciones problemáticas; o qué significa evaluar el desarrollo de competencias, supone cambios de chip que rompen con maneras de proceder muy arraigadas en nuestro sistema educativo.

Claro que plantearse una educación basada en competencias no es suficiente para resolver los problemas que tenemos en la educación, pero profundizar en las implicaciones de esta nueva concepción nos puede ayudar porque supone un replanteamiento profundo de las finalidades y los medios de la educación.

 

martes, 8 de octubre de 2013

NO BASTA CON LA EDUCACIÓN

Hace algunos días la red se hizo eco del impacto del mensaje que reproduzco a continuación. Con toda seguridad no es un caso único, ni mucho menos.



 En la sociedad actual la formación es muy importante pero no basta. Quizás uno de sus principales valores debería ser que nos ayudara a reflexionar y a no restar indiferentes ante lo que está sucediendo en la sociedad.  Para que una situación pueda cambiar se requiere que pasen cosas diversas, pero una de ellas es ser consciente del problema y de su gravedad. La situación actual es muy preocupante y lo es también de cara al futuro porque recogeremos los frutos de lo que estamos sembrando.

martes, 1 de octubre de 2013

MALTRATO AL PROFESORADO (reflexiones a raíz de una publicación)

Hace poco ha aparecido el libro Enseñar y aprender en la Universidad escrito por profesorado del grupo de investigación del que formo parte, el EMA (Entornos y materiales para el aprendizaje). Creo que sus capítulos abordan cuestiones nucleares sobre los nuevos retos de los procesos de enseñanza - aprendizaje en la Universidad, como la innovación, el aprendizaje colaborativo, la relación entre investigación y aprendizaje, la evaluación para el aprendizaje (capítulo del cual me he encargado conjuntamente con Núria Giné), el papel y las posibilidades de las tecnologías de la información y la comunicación, el trabajo en red y la diversidad de estrategias metodológicas.

 

 
Me parece que, en conjunto, es una aportación interesante pero cuando lo leía no podía evitar pensar en el desánimo que, estos días, capto en mi entorno profesional y en las dificultades de todo tipo para avanzar hacia una Universidad que forme mejor a sus estudiantes. En muchas ocasiones da la sensación de que sólo la fuerza de voluntad del profesorado -de una parte del profesorado- y su testarudez para no renunciar al reto de ayudar al alumnado, de revisar la propia práctica para mejorarla, de colaborar con otros docentes... es la que hace posible seguir avanzado o, como mínimo, no retroceder excesivamente.

El profesorado es una pieza esencial y es por ello que me entristece y me irrita -que las dos cosas son compaginables- como se le está tratando en el contexto de la crisis actual. Los discursos grandilocuentes sobre la importancia de las personas en la Universidad a menudo chocan frontalmente con las políticas reales que se aplican. Si el profesorado, cada vez más maltratado, abandona, entonces estamos perdidos. Y no sólo es un problema de la enseñanza superior.